Escuché que Bill me llamaba, debíamos discutir sobre el próximo concierto..
-Linda, debo irme- Dije sin ánimos, bajando la mirada
-Está bien..- Dijo ella con tono desanimado
-Te volveré a llamar, sí?- Dije
-Claro- Dijo ella, algo más animada
-Adiós, te amo- Dije
-Yo también, adiós- Dijo ella y corté el celular, fui con Bill.
Narra Cami:
Corté el celular y volví a la cocina con los chicos, terminé de merendar.
-¿Era Tom?- Preguntó Simón
-Sí- Dije sonriendo, él también sonrió.
Mamá entró en la cocina
-Mami, hoy saldremos, iremos a casa de Simón a ensayar con la banda y luego saldremos a una fiesta- Dije
-¿Irán con Simón?- Preguntó mamá
-Sí- Contestó Simón
-Bien, pueden ir- Dijo mamá sonriendo
-Pero prométeme que vas a cuidar a mis niñas- Agregó, mirando a Simón con picardía
-¡Prometido!- Dijo Simón con seguridad sonriendo y asintiendo
-Bien, que se diviertan- Dijo mamá sonriendo
Horas después, Agus y yo estábamos preparándonos para ir a casa de Simón, él esperaba en el living.
Nuestros estilos no habían cambiado en absoluto, mi piercing ya había cicatrizado, después de cuidarlo perfectamente durante meses, me sentía orgullosa de él. Yo me sentía orgullosa de casi todo lo que tenía que ver conmigo. Agus ya se había quejado de esa actitud mía. Sonreí
-Estoy lista- Dije
-Y yo- Dijo Agus
Salimos de la habitación, yendo al living. Simón estaba sentado en el sillón, aún con el uniforme del colegio, se cambiaría en su casa.
-¡Vamos wey!- Le dije sonriente, tomando mi guitarra eléctrica, me la habían regalado de cumpleaños, estaba tan feliz con mi guitarra, tomé también mi mochila, adentro estaba la carpeta de canciones con las partituras para todos.
Se levantó y sonrió, saliendo con nosotros de la casa, caminamos hasta la casa de Simón, quedaba muy cerca y tenía amplificador, micrófonos.. Todo, en Alemania me había contado que antes había tenido otra banda, así que tenía lo necesario en su cochera, sólo había que prepararlo.
Al llegar a su casa, saludamos a su mamá, que habíamos conocido poco después de llegar a Argentina. Empezamos a acomodar todo en la cochera, al rato, Nico llegó sonriendo, sus padres trajeron su batería, los saludamos y mientras Agus ayudaba a Nico a terminar de acomodar la batería, me senté en un parlante, me sentía… Sola, incompleta, mi guitarra me recordaba a Tom y me hacía extrañarlo más… Suspiré, con la mirada baja, Simón se acercó
-¿Qué pasa?- Me preguntó, sentándose a mi lado
-Extraño a Tom…- Dije con un hilo de voz
Simón me rodeó los hombros con un brazo, atrayéndome hacia él, apoyé la cabeza en su hombro, con las miradas bajas
-Él vendrá pronto…- Dijo Simón con tono paternal, sonreí
-Gracias- Dije, abrazándolo y hundiendo el rostro en su pecho infantilmente
-Para eso son los amigos- Dijo Simón sonriendo y correspondiendo a mi abrazo
-Bien, a tocar- Dije separándome de él y tomando mi guitarra, sonreímos
Simón se ubicó en su teclado, Nico en la batería y Agus al frente, con el micrófono.
Saqué las partituras y las repartí, luego me ubiqué a un lado de Agus, con mi guitarra, la conecté y comencé a tocar, luego Nico se sumó, confundimos varias notas hasta estabilizarnos, siguió Simón sumándose, también confundimos varias notas, sonando terrible, por algo se llaman ensayos, Agus comenzó a cantar, sonábamos como puros novatos en todo su esplendor. Al terminar, reímos
-¡Por algo se llaman ensayos!- Dije riendo
-¡Exacto!- Dijo Agus
-Bien, seguiremos mañana, ya es hora de la fiesta- Dijo Simón sonriendo
-Bien, yo tengo una cena familiar hoy así que no puedo ir con ustedes- Dijo Nico
-Está bien- Dije, saludamos a Nico y se fue
-Bien, nos vamos?- Dije, poniéndole la funda a mi guitarra, luego de haberla desconectado
-Sí- Dijo Simón, apagando todo, dejé la guitarra en casa de Simón, la buscaría mañana cuando vayamos a la escuela. Ahora, era hora de fiesta, por más que aún extrañaba a Tom.
Continuará…
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