Realmente dormía como oso, me había desvelado la noche anterior, -Camila, despierta!- Escuche a mi mamá decir.. Hoy era el día, el día en que yo, mi madre, Cristina, y mi “hermana”, Agustina, volaríamos a Alemania para visitar a nuestros “primos”, eran nuestros primos de cariño ya que mi mamá y su mamá eran muy amigas, aunque realmente yo no recordaba nada de ellos pero mi mamá me había contado que la ultima vez que estuvimos en Alemania, cuando yo y mi “hermana” teníamos como 5 años nos encantaba jugar los cuatro juntos, ellos tenían 13 en ese entonces. Me levante y desperté a mi “hermana”, Agustina, ella era prácticamente mi hermana, había estado conmigo desde siempre, era mi compañera inseparable, mi mejor amiga, mi alma gemela, si necesitaba a alguien para hacer locuras o para cualquier cosa ya tenia con quien contar, en realidad todos le decían por su primer nombre, Sofia, o por su apodo, Sou, a mi me gustaba decirle Agustina porque nadie mas le decía así, además ya era mi costumbre...
-Joder, que?- Dijo con un tono muy perezoso
-Hoy es el día, vamos, despierta!- Le dije con entusiasmo
-Bien- Respondió ella con vagancia
Me vestí con mi ropa ancha, como siempre, mi estilo era muy inclinado a la rama del Hip hop, algo que creo que vino de nacimiento, no era nada femenina, ni quería serlo por el momento, hace unos días que me había hecho un piercing en el labio así que lo primero que hice al terminar de cambiarme fue ir a desinfectarlo mientras Agustina se vestía, como siempre, se vistió con ropa negra y ajustada, nunca entendí como siendo tan unidas podíamos tener gustos tan diferentes, pero bueno, esa era la “magia” en nosotras…
Habíamos empacado todo ayer a la tarde así que solo tomamos nuestros bolsos y salimos de nuestra habitación, unas horas después ya estábamos arriba del avión, yo estaba escuchando música con mi mp3 y Agustina con el suyo, yo escuchaba Hip hop mientras ella escuchaba Metal, en pleno viaje me dormí y no desperté hasta el día siguiente.
–Chicas, ya llegamos!- Escuche a mi mamá decir
En ese momento me desperté por completo con mucha emoción, ¡Ya estábamos en Alemania!
Narra Tom:
Había estado hasta muy tarde practicando con la banda por lo que no quería salir de la cama por nada del mundo, sabia que mis “primas” y mi tía vendrían hoy pero el cansancio me ganaba por mucho.
-Chicos, despierten hay que ir a recibir a sus primas y a su tía al aeropuerto- Dijo mi mamá, Simone,
-¿No puedes ir tu sola? Ayer nos quedamos hasta tarde con la banda- Dijo Bill, mi gemelo, con cansancio
-¡No! Quiero que ustedes y sus primas se conozcan! Seguro se llevaran tan bien como antes!- Dijo mamá con entusiasmo y fue a prepararse
Yo hice un gran esfuerzo y me levante, fui a vestirme con mis ropas anchas y Bill como siempre con sus ropas negras y ajustadas, fuimos en mi auto al aeropuerto, no tenia idea de cómo serian mis “primas” solo sabia que por los años que nos llevábamos tenían 12 años, esperamos y esperamos parados, hasta que al fin llegaron, estaban como a unos 20 metros de nosotros, primero bajo una señora joven, era mi tía, yo no recordaba nada de ella pero mi mamá me la indico luego bajo una niña vestida de negro muy similar a el estilo de Bill y por ultimo.. Ella.. Una niña de unos 12 años que se notaban, usaba ropa ancha parecida a la mía, no se porque me llamo tanto la atención, no pude dejar de mirarla mientras se acercaban, ella y la otra niña venían hablando y riendo, hablando con códigos que solo ellas entendían, se miraban y sabían lo que la otra pensaba, se veían tan conectadas aunque físicamente eran muy diferentes… Volví a mirar solamente a la niña de ropa ancha… Ella… Era como si su inocencia me provocara con cada gesto, con cada mirada, palabra y movimiento… Mientras la miraba no pude evitar sonreír, me enterneció, mientras se acercaban
-Camila!- La llamo su madre
*Camila…* Pensé, ese nombre se gravo en mis pensamientos… Llegaron hasta nosotros y yo seguía con esa misma sonrisa, como un tonto, me puse serio de un momento a otro y comenzaron a saludar con un beso en la mejilla, ella comenzó por mi madre, siguió con Bill y para terminar vino por mi, el calor de sus labio besando mi mejilla hizo inevitable que mis latidos fueran mas fuertes, sonreí, en ese momento volví al mundo real. Ella me miro y me sonrió amistosamente separándose de mí.
Era definitivo: No tenía idea de que me pasaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario